En el nuevo plano propuesto, los barrios de Manhattan, Queens, Brooklyn y el Bronx eran de color blanco y los dos ríos y el océano Atlántico, marrones. Eliminaron las calles y edificios importantes. Retiraron del mismo a Staten Island (que no volvió al plano hasta 1998) y aplastaron la forma de Central Park para que ocupara menos espacio visual.

Eliminaron los giros imposibles de las líneas de metro simplificando su trazado, por lo que las distancias entre estaciones fueron ajustadas artificialmente… Usaron un color diferente para cada línea: la 1, naranja; la A era azul; la G, verde claro y decidieron usar una tipografía clara y sencilla que también se aplicó a los carteles indicadores de las estaciones. En definitiva, se trataba de un diseño muy visual que cumplía con las líneas estéticas del minimalismo.

Luego Massimo Vignelli dejó Unimark International en 1971 para fundar Vignelli Associates con su mujer Lella. Su socio Joan Charysyn se unió más tarde a ellos y terminaron el plano, que se publicó en agosto de 1972. Los planos antiguos eran complicados y confusos, mientras que el nuevo era más visual y moderno. Pero una vez presentado al público, hubo reacciones encontradas y polémicas… Sin embargo, hoy es todo un icono dentro de la historia del diseño y Massimo Vignelli tiene su propio espacio en el catálogo del MoMA como una de las estrellas del arte moderno.