Este profesor que llegó a la ciudad durante los años 90 explica como se sorprendió al ver que los alumnos, cuando se marchaban de intercambio, señalaban el fútbol sala como una de las características propias de su comunidad. Ahí se dio cuenta que en Burela, como se solía decir, "el fútbol era más que una religión." De la misma manera, los integrantes de los equipos, tanto el femenino como el masculino, están implicados en la comunidad educativa, ya sea porque han sido antiguos alumnos o porque tras desembarcar en Burela se han inscrito en la escuela de idiomas o han aprovechado para formarse realizando alguno de los cursos de FP que ofrece el centro.

Lo cierto es que el impacto que ha tenido la creación y el crecimiento del Pescados Rubén Burela F.S. para la ciudad y para todo el territorio de A Mariña es innegable. Por un lado está la enorme huella social que deja tras de sí en sus primeros 20 años de historia, pero es que además se ha convertido en la principal imagen a la que muchos asocian el lugar. Todos los sectores admiten la repercusión positiva que implica que un club como el Burela se haya convertido en el estandarte de la región. Las palabras de Peque, jugadora referente de la sección femenina, lo sintetizan de la mejor manera.

Share this Story